Cuidados posparto: Sabiduría y coincidencia en las culturas del mundo.

En muchas culturas alrededor del mundo, el período posparto es tan importante como el período prenatal. Toda la familia y la comunidad se toman muy en serio el cuidado de la madre, ya que todos se unen para apoyarla en su nuevo rol, asegurando que se satisfagan sus necesidades básicas y que las responsabilidades del hogar no recaigan sobre sus hombros.

Se cuida a una madre tal como se espera que cuide a su recién nacido, siguiendo la lógica de que sería imposible esperar que la madre continúe cuidando a su recién nacido si nadie se ocupa de llenar su taza de té.

En la cultura china, la madre es tratada como una reina durante lo que se conoce como su “Mes dorado”. Durante este tiempo, la única responsabilidad de la nueva madre es comer, dormir y amamantar a su bebé. La familia y su comunidad se encargan de todas las tareas del hogar y cuidan a los hermanos mayores. Las visitas son limitadas y la madre no puede salir de la casa. Debido a la creencia de que el calor de una mujer se pierde durante el parto, las nuevas madres solo reciben alimentos calientes, tés curativos y tónicos para restablecer el equilibrio.

 En la cultura india, algunos rituales piden a las madres que eviten tocar el suelo (considerado frío) durante las seis semanas posteriores al nacimiento. Otras mujeres de la familia se turnan en las tareas del hogar, ayudan en el cuidado del recién nacido y preparan comidas especiales basadas en la tradición Ayurveda. La madre come solo alimentos frescos, no procesados ​​que tienen especias calientes para restaurar el calor del cuerpo. Durante este período, la madre también experimenta masajes diarios con el objetivo de brindar comodidad al cuerpo y aliviar cualquier dolor que haya quedado tanto del embarazo como del parto.

En México, las nuevas madres experimentan un cuidado especial durante 40 días en lo que tradicionalmente se conoce como su “Cuarentena”. Durante este tiempo, las nuevas madres a menudo regresan a casa para ser atendidas por sus madres y hermanas. El cuidado incluye masajes diarios, baños de hierbas junto con vapor vaginal, así como el vendaje de las caderas y el área abdominal.

Diariamente le ofrecen sopas y ‘atoles’ (bebidas a base de maíz) a la madre para restaurar su vitalidad y ayudar con la producción de leche materna. En este caso también vemos que a la nueva madre no se le permite salir de su casa ya que se cree que su cuerpo quedó abierto por el trabajo de parto y corre el riesgo de absorber frío y viento innecesarios que pueden ralentizar o impedir la recuperación de su cuerpo. Esta misma práctica tiende a estar presente en toda América Central y América Latina.

 En las culturas coreana, indonesia y malaya, existen períodos de descanso que van de 21 a 40 días. En algunas culturas africanas, este período suele durar hasta 90 días. En todas estas culturas, las nuevas madres no limpian ni cocinan sus propias comidas. Rara vez salen de sus casas. Se alienta a las nuevas madres a descansar y solo moverse moderadamente para ayudar a prevenir el uso de los músculos centrales que están muy flojos después del parto. Esta práctica también alienta a los órganos y tejidos internos a regresar a su lugar original. Los alimentos fríos, el lavado del cabello y el clima frío están prohibidos o muy restringidos porque tradicionalmente hablando todas estas culturas relacionan el parto y el nacimiento con el calor. En todo el mundo, es claro que todos estos diferentes rituales culturales tienen en común el reconocimiento del costo que la gestación, el trabajo de parto y el nacimiento tienen sobre la madre y un sentido de responsabilidad comunitaria para mostrar gratitud a ella y a su cuerpo.

Uma Diaz


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